viernes, 5 de enero de 2007

El oso hormiguero (Myrmecophaga tridactyla)


El oso hormiguero, uno de los mamíferos más curiosos de América, posee una amplia distribución geográfica, aunque de escasa densidad de población. Es habitante de las zonas tropical y subtropical de América Central y del Sur, hasta el norte de la Argentina. En nuestro país todavía se lo puede encontrar en zonas aisladas del Chaco, Formosa, norte de Corrientes y Misiones; hasta el siglo pasado, llegaba hasta cerca del Río de la Plata.
El oso hormiguero tiene una considerable capacidad de adaptación que le posibilita vivir en distintos tipos de hábitats: bosques, pastizales o lugares abiertos con abundancia de hormigueros y tacuruzales.
Actividad
Es un animal de hábitos diurnos, terrestres y, como todos los de su familia, vive aislado. Durante el periodo del celo se forman las parejas, que son transitorias y ambulantes.
Deambula la mayor parte del día en busca de alimento guiado por su desarrollado sentido del olfato. Si encuentra termiteros, utiliza sus fuertes garras para abrir agujeros en los que introducirá su alargado hocico.
El oso hormiguero lo olfatea primero; luego, irguiéndose sobre sus patas traseras, trata, con sus garras, de abrir una brecha. Cuando lo logra, hunde su hocico en el agujero e introduce su larga lengua vermiforme -que puede emitir hasta 50 centímetros fuera de la boca- cubierta de una saliva viscosa que hace que tanto larvas y huevos como hormigas adultas queden adheridos. Los canales salivares segregan constantemente una sustancia aglutinante producida por potentes glándulas situadas en el fondo de la boca. Las lamidas se suceden rápidamente (una por segundo cuando están en plena actividad), y los insectos penetran en el estómago junto con tierra y basura que contribuyen a la digestión; cada tanto interrumpe su actividad para resoplar con fuerza y expulsar las partículas que pudieron haber penetrado en su nariz y se limpia el hocico con las garras para liberarse de las hormigas que hubieran quedado adheridas.
El oso hormiguero no se demora más de un minuto en cada colonia o nido de hormigas y solamente utiliza una pequeña porción de insectos por vez, con lo que no causa daños tan importantes a la colonia qué no le permitan rehacerse. Un solo animal puede alimentarse de más de cien colonias de insectos y como realiza su recorrida diaria siguiendo casi siempre la misma ruta, reduce la posibilidad de atacar el mismo nido varias veces en un lapso muy breve.
Es un animal muy pacífico, nunca toma la iniciativa en el ataque y solo actúa en defensa propia. En ese caso se sienta en sus cuartos traseros y lanza torpes zarpazos.
Al llegar la noche busca un lugar protegido por matorrales y se construye un lecho con pasto duro y hojas. Se acuesta sobre el vientre, dobla la cabeza hacia abajo tocando el pecho con el hocico y repliega sus patas. Duerme totalmente cubierto con su cola.
Biología general
Tiene una capacidad de reproducción muy baja. En la época de celo se forman las parejas que se mantienen unidas por muy poco tiempo y siempre son ambulantes. La hembra tiene una sola cría que nace en primavera o verano después de 190 días de gestación.
El pequeño se prende desde recién nacido a la espalda de la madre, agarrándose con los miembros delanteros a su cuello. La cría se ubica de tal manera que su franja negra se superpone con la de su madre; además se alinean las dos colas, logrando de tal manera un perfecto camuflaje para pasar inadvertido ante las aves de presa. La madre, que lleva a su hijo sobre el lomo hasta el año o hasta que queda nuevamente preñada (hecho que puede ocurrir cada nueve meses) no pierde su capacidad de desplazamiento e incluso puede correr con su pequeño a cuestas.
Ya desde temprano, en caso de ser atacados, los ejemplares juveniles adoptan la clásica posición de defensa de sus mayores.
Bio-ecología
El principal alimento del oso hormiguero son las hormigas. También consume algunas termites y otros pequeños insectos, como así también pequeños gusanos y larvas de ciertos coleópteros y ocasionalmente abejas. Sus depredadores naturales, son los félidos, como el yaguareté.
Sus hábitos alimentarios -casi exclusivamente hormigas- lo convierten en un importante elemento en el ecosistema de las zonas que ocupa.
Su futuro
Es un animal de escasa densidad de población en casi todas las zonas en que habita. En algunas regiones se halla extinguido, es poco común en otras y en unas pocas todavía son comunes. Está en peligro por el ataque de los cazadores que venden su piel, y por el deterioro y destrucción de sus hábitats naturales.
En la provincia ha sido declarado Monumento Natural Provincial, mediante el Decreto Nº 1465 y la Ley Provincial Nº2589 por la cual se le acuerda protección absoluta.


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