miércoles, 6 de diciembre de 2006

Consejos para fin de año

Llegan las fiestas de fin de año, y con ellas la principal tortura para nuestras mascotas: la detonación de rompeportones, tres tiros, y cuanto elemento de cohetería se nos ocurra; cuanto más ruidosas mejor para nosotros, y más acuciante para nuestras mascotas.
Quién no ha observado a un perro muerto de miedo y corriendo sin rumbo fijo luego de haber escuchado la imprevista detonación de cohetes o petardos. Los animales en su condición salvaje sienten temor por las tormentas y se cuidan para que un rayo no termine con sus vidas, y esa es la razón por lo que les aterran los estruendos del arsenal pirotécnico. Cuiden entonces de no usar en sus propias casas y por divertido que sea, aquellos elementos que causen fuerte estruendo, y de paso cuidarán las manos y los ojos de sus hijos que también con su uso se exponen a nefastas consecuencias.
No dejen de consultar a su Veterinario de cabecera para que les aconseje la posible utilización de sedantes que evitarán parcialmente el pánico de sus animales de compañía.
En las vacaciones
Para el momento de irse a disfrutar de las ansiadas vacaciones tras este duro año, recuerden que no siempre es posible llevar a sus animales. Cuando no se cuente con familiares, amigos o personal que pueda alojarlos, se pueden contratar los servicios de hosterías caninas o pensionados que ofrecen distintos niveles de alojamiento con precios acordes, y donde se les ofrecerá su dieta habitual , alojamiento privilegiado y lugar de juegos y esparcimiento junto a congéneres compatibles y de buen carácter.Para poder llevarlos de viaje es necesario en algunos casos medicarlos para evitar la excitación y en algunos casos los vómitos que se producen por el rápido desplazamiento de los vehículos. Para los viajes en avión es necesario además realizar una consulta Veterinaria previa, para certificar el estado de salud, y junto al certificado de vacuna antirrábica reciente, se deberán realizar trámites ante las autoridades aduaneras sanitarias, y en algunos casos ante el Consulado del país de destino. Todas estas gestiones podrán ser asesoradas y en algunos casos realizados por su propio Veterinario.

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